AVENA

Supermercados Lidl

··· Básico Fitness por excelencia ···

La avena es un carbohidrato complejo, rico en fibra y proteínas. Además, contiene vitaminas, minerales y grasas vegetales en un alto porcentaje. Por estas propiedades nutricionales, la avena es considerada un cereal imprescindible en una buena dieta fitness.

Tengo que aclarar que cuando hablo de avena me refiero siempre a copos, que es el cereal completo (salvado no).

Actualmente en el mercado se pueden comprar los copos de avena enteros, en harina, de sabores,... los hay para todos los gustos.

En mi cocina siempre hay variedad (como podéis observar en foto anterior) pero la harina de avena neutra la hago yo misma triturando los copos en un procesador, es rápido y más barato.

Adjunto vídeo del proceso en mi thermomix:

La porción por persona varía dependiendo del objetivo de cada uno pero podría ser entre 1/3-1/2 taza para chicas y entre 3/4-1 taza para chicos. 1/2 taza equivalen a unos 40 gramos aproximados, pero ya digo que esto es relativo y varía en función de la persona.

A continuación os pongo una tabla con sus valores nutricionales aproximados.

Valores Nutricionales por 100 gramos

Energía	375	Kcal
Hidratos de carbono (de los cuales azúcares)	59 0,7	gr. gr.
Proteínas	14	gr.
Grasas (de las cuales saturadas)	7 1,3	gr. gr.
Fibra	10	gr.
Sal	0,01	gr.

NOTA:

· Si hacéis mis recetas, me haría muchísima ilusión poder verlas, para ello he creado el siguiente hashtag #unpaseoxmiventanarecetas

ACTIVA TU "YO" INTERIOR

¡Que no panda el cúnico!, no voy a filosofar ni nada de eso, que os estoy viendo venir... Al contrario, voy a intentar, si me curro esta entrada, que soltéis la "gallineta" (€€€) y os apuntéis al gym...

"No estás gorda sólo porque comes mucho, estás gorda porque quemas mal la grasa. La grasa no es el problema, es un síntoma del problema"

-Fernando Sartorius-

Casi me da un tabardillo cuando leo esto. ¿Qué me estás contando, Fernando?. Ahora resulta que somos "gorditas" de Botero por amor al arte... Pues sí.

El siguiente ejemplo me encanta porque explica "muy de andar por casa" cómo funciona el primer concepto Fitness por excelencia: el METABOLISMO.

Imaginemos que nuestro cuerpo es un coche y nuestros músculos el motor. ¿Qué necesita un coche para funcionar? Gasolina, ¿verdad? Pues bien, si seguimos esta lógica, la comida sería la gasolina que nuestro cuerpo necesita para funcionar. Hasta aquí bien.

¿Dónde consume un coche la gasolina? Es evidente que no la consume ni en las puertas, ni en las ruedas, ni incluso en la funda de leopardo que llevan algunos amantes de los colgantes de El Fary en el espejo retrovisor, no, ahí tampoco. La consume en el motor y mientras más grande sea, más gasolina consumirá. ¿Cierto?.

Pues si extrapolamos todo esto a nuestra metáfora, lo que nosotros ingerimos se consume en nuestros músculos y mientras más grande sean estos músculos, más calorías podremos quemar.

Esto es así como la vida misma, ¡que lo dice mi Sartorius!. Pero, si aún no os tengo convencidas, lo vemos mejor con estas dos imágenes.

Fuente: Intensidad Max

De repente, un buen día, después de mil años sin hacer el huevo, decides mover el culo. ¡Bien!. Siéntete orgullosa, es una gran decisión. Peeeero, es muy probable que tu cuerpo, primero lo flipe y segundo, se te alteren todos los bioritmos. Eso, de entrada, va a pasar (lógico y normal).

Tu cuerpo se está moviendo y necesita energía. Esa energía está almacenada en los depósitos de grasa, o lo que es lo mismo, tu culo, tus cartucheras,... (pero estos desgraciadamente no son minis). Allí hay unos colegas muy graciosos que no le han dado un palo al agua en muchos años y mandan algo de grasa al músculo (pero sin herniarse). Como no quieres hacer pesas para no convertirte en Hulk, tus musculitos son tan enanos que no dan abasto con tanto trabajo, tienen que quemar la grasa en presencia del oxígeno y, ni tienen capacidad, ni tienen suficiente oxígeno. ¿Qué ocurre? Se hace una combustión ineficiente, o lo que es lo mismo, tu esfuerzo no ha servido ni para la foto de instagram :)

Fuente: Intensidad Max

La cosa cambia si estás en forma. El ejercicio físico forma parte de tu vida cotidiana, acudes al gimnasio de forma regular y vas adquiriendo resistencia cardiovascular.

Tus músculos piden a gritos "manteca" pero ahora en cantidades industriales. Ya son grandes y tienen mucha capacidad. Los colegas simpáticos que antes no daban un palo al agua, ahora trabajan a pico y pala de sol a sol, incluso cuando duermes o descansas. Sacan reservas acumuladas sin miserias. Ya no eres un 600 del año "la Tana". Tu cuerpo quema grasa sin descanso como un fórmula 1. Te has convertido en tu propia máquina quemagrasa. Has activado tu metabolismo... Ahora eres una auténtica CHICA FIT.


A la pregunta: ¿Por qué tenemos que comer sano y hacer ejercicio? Todos contestamos con un, porque es bueno para la salud, para no engordar, para estar en forma, bla, bla, bla... pero nadie nos cuenta lo que ocurre en realidad con nuestro metabolismo cuando estamos en un lado u en el otro. Cuanto más en forma estamos, más calorías quemamos y por lo tanto, más cantidad de comida asimilamos... Sólo por este motivo, yo ya me hubiera levantado del sofá :)

Espero que después de leer esto, hayas empezado a pensar de otra forma y dejes de tenerle miedo a músculos demasiado grandes y empieces a tenerle miedo a músculos demasiado pequeños.

¿Os he convencido?. ¿Os vais a apuntar?. ¿Seré la responsable del pago de vuestra primera cuota del gym?

Ojalá...



Nota: Ruego a los señores propietarios de los gimnasios de España, pasen por recepción y hagan efectiva la comisión pactada por los servicios prestados. Gracias.

GACHAS DE AVENA

Las gachas o porridge de avena fueron mi primera receta fit.

De entrada no serían santo de mi devoción (para qué nos vamos a engañar), no le cogía yo el punto a esto de comer paja... pero pronto me empezaron a trasladar a mi infancia, me recuerdan mucho a la típica papillita de Maizena que nos daban nuestras madres cuando éramos pipiolos.

Desde la primera vez que las hice hasta ahora, he ido modificando la receta según mis necesidades pero os voy a compartir la que, para mi gusto, mejor textura tiene y considero más fácil de preparar.

INGREDIENTES

• 20 gramos copos de avena
• 20 gramos harina de avena
• Agua (o leche desnatada según gusto)
• 130 gramos claras de huevo
• Stevia al gusto

PREPARACIÓN

En un cazo, ponemos la avena y cubrimos ligeramente con agua. A continuación, agregamos las claras y la stevia al gusto. Ponemos a fuego medio y removemos con unas varillas vigilando que no se peguen. La mezcla irá gradualmente espesando. Retirar del fuego cuando haya adquirido la consistencia deseada. 

Esta receta no es exacta, es decir, admite variaciones pudiendo ajustarla a las cantidades pautadas en tu dieta, en caso de tenerla. También puedes hacerlas, todas con copos o todas con harina de avena. A mi personalmente me gusta que queden "tropezones" pero a la vez cremosas, por eso añado mitad y mitad, pero esto ya va en gustos.

Si como yo, usas harinas de avenas aromatizadas, no le pongo stevia ni ningún otro endulzante. Estas harinas, para mi gusto, dan ya dulzor suficiente.

El desayuno de la foto cumple perfectamente con lo que yo entiendo que debe ser un buen desayuno fitness y equilibrado.

NOTA:

· Si hacéis mis recetas, me haría muchísima ilusión poder verlas, para ello he creado el siguiente hashtag #unpaseoxmiventanarecetas

MI HISTORIA (PARTE 3)

El secreto está en las ganas.

En las entradas anteriores, MI HISTORIA (Parte 1 y Parte 2) os he contado como mi cuerpo pedía a gritos un cambio y de verdad que os pido disculpas por el tostón que os he metido peeeero... como este blog es mío y soy la "prota", escribo lo que quiera... (es broma).

Por aquella época estaba en mi máximo esplendor y no de bella cual camella precisamente. Si me descuido, me salgo de mi misma... (Observen evidencias en foto anterior)... ¡Vale, me he "apretao"!. Sólo estaba un pelín "atociná", nada más, aún no había traspasado la barrera del sonido.

Siempre he sido de un café "bebío" por la mañana, comer como una reina a mediodía y devorar como una auténtica animal por la noche. ¡Pobre cuerpo mío, como lo maltrataba!. Pero ya sabía que lo que estaba haciendo no era lo correcto, salta a la vista (volver a observar evidencias en foto anterior). ¿Qué hice?. Darle la vuelta a la tortilla.

Ni que decir tiene que compartiré la DIETA que me "curré" y con la que perdí casi 12 kilitos, que se dice pronto. Creerme cuando os digo que ni me cosqué. Disfruté como una enana. Me preparaba unos menús dignos de Master Chef, no media nada, no pesaba nada. Simplemente disfrutaba dándole a mi cuerpo todo aquello que necesitaba, cuando lo necesita. Él solito me lo fue agradeciendo.

En un principio no me apunté al gimnasio, eso iba a ser mucho pedir. Había introducido un gran cambio en mi vida con la alimentación y de momento tenía suficiente. Además, confieso que aún le temía a Hulk. ¡No pasa nada, Irene! El deporte, de momento, por libre.

Empecé caminando una hora al día a un buen ritmo. El 1 de mayo del 2014 corrí mis primeros 7 kilómetros pero eso es otra historia que ya contaré.

Por supuesto, para mis musculitos tiré de chica fit. Me monté hasta un mini-gym en casa. El día 1 de Junio del mismo año pague mi primera cuota en el gimnasio. Ya sabía que no me iba a convertir en Hulk. ¡Iba a ser la novia "güenorra" de Hulk!

Por si queréis saberlo, mis chicas Fit fueron y son SASCHA FITNESS y VIKIKA FITNESS. Primero descubrí a Sascha, después a Vikika. Primero me compré el libro de Sascha, después me regalaron el de Vikika. Para recetas tiraba más de Sascha, para ejercicios de Vikika. Ambas se convirtieron en mis preparadoras físicas pero ellas aún no lo saben.

Un año y medio después, un domingo cualquiera, después de un sábado cualquiera, vuelvo a estar sentada en el mismo sofá, orgullosa de la decisión que tomé y compartiendo mi historia en mi propio blog con el único propósito de recordarte, que se puede, que si yo lo hice, TÚ también.

Empezamos...

Fin del muermo.

MI HISTORIA (PARTE 2)

Había conseguido salir del lado oscuro pero... ¿Y ahora por dónde empiezo?


Lo primero que cayó en mis manos fue, él que después se convertiría en mi libro de cabecera: "Tu entrenador personal" de Fernando Sartorius. Por si no lo conocéis, es un entrenador personal español, especialista en fitness y nutrición y una de las más famosas celebridades del deporte en la década de los 90.

Me lo leí, creo recordar, unas 3 veces del tirón. Eran muchas cosas nuevas, no se me podía escapar ni una. Y cada vez que lo releía, más me daba cuenta del canelo que había hecho y de lo equivocada que estaba.

Algunas cosas me costó asimilar, no fue tan fácil. Todo era desconocido para mí. Yo era, lo que viene siendo, una pardilla.

- Avena... ¿En serio?. ¿Qué tengo que comer avena? ¡Ni que fuera yo un caballo!

- El azúcar es el enemigo... ¿Cómo que el enemigo?. ¿Pero si el anuncio dice, son 16 calorías, nada más, ponte azúcar y disfruta?

- Insulina... eso es lo que se pinchan los diabéticos, ¿no? ¡Qué picos de insulina ni que niño muerto! y glucosa en sangre, vale, esto te ha quedado muy técnico pero ¿para qué quieres regular eso?

- Tu cuerpo es una máquina y tus músculos su motor... este tío iba para ingeniero y se quedó en mecánico raso.

- Los hidratos de carbono son... Me importa un bledo lo que sean, yo no puedo comer arroz, pasta, pan y cereales, no, no, no, eso engorda, ¡mira que yo engordo con un "soplío"!

- Comer cada 3 horas... ¡Bien!, por fin un poco de cordura. Pero en pequeñas cantidades... ¡ya estamos dando por .... (piiiiii)!

- Tienes que hacer ejercicio aeróbico, vale, guay, eso lo hacía de vez en cuando. Y pesas... Argggggggggggggg. ¡Y me convierto en Hulk, mira este!. Yo quiero seguir siendo femenina... me niego a ser un tío con tetas.

Venga, Irene, no te pongas dramática, el tío este pilota, es famoso, ha entrenado a tiarronas de Hollywood que están estupendas... léelo otra vez y toma notas.

Segunda lectura... acepto avena, azúcar y comer cada 3 horas.

Tercera lectura, ¡este tío es un crack!, un ingeniero en potencia.


A partir de aquí, como si el mismísimo diablo me hubiera poseído, empecé a buscar y recopilar todo lo habido y por haber del tema (metabolismo, macronutrientes, superalimentos, ejercicio cardiovascular, musculación,...) en libros, revistas, webs,... Mi cabeza era un procesador de información en potencia y mis ansias por saber no cesaban nunca. 

Empecé a enredar en instagram, red social que me ayudó mucho, y descubrí a un montón de chicas fit, reales y que habían cambiado su físico sin necesidad de comer lo que comen los grillos (poquillo). Observaba qué comían, cómo comían, cómo cocinaban, cómo entrenaban,... Me fascinaban... Esa disciplina, esa fuerza de voluntad, esa motivación, esa constancia,... esos esfuerzos recompensados.

¡Yo quería ser como ellas e iba a ser como ellas!

Y poco a poco, sin darme cuenta, fui convirtiéndome en toda una CHICA FIT.

¿Quieres?. Puedes.

Continúa...

MI HISTORIA (PARTE 1)

¡El lunes me pongo a dieta! ¡Y esta vez en serio!

Y tanto que era en serio, a fuerza de voluntad no hay quien me gane, si yo decía dieta era dieta y nada de un día es un día, no... dieta estricta, de las de voy a perder 5 kilos en un mes o lo que es lo mismo: "hola, hambre en el mundo". Y los perdía, claro que los perdía. Y después los ganaba...

Sí, así era yo hace poco más de un año, viviendo un círculo vicioso del que no había salida.

Ahora me mato a hambre pero pierdo 5 kilos. ¡Uy, Irene, que delgadita estás!. Yo más feliz que una perdiz. Me merezco alguna que otra licencia por lo bien que lo he hecho. ¡Venga, que llevo mucho tiempo a verdolaga!, ¡hoy homenaje!. Mañana, ¡Total, por un día, no pasa nada!. Pasado, ¡Si estoy muy delgadita, me lo puedo permitir! y cuando me quería dar cuenta no me abrochaban los vaqueros y había vuelto al día cero:

¡El lunes me pongo a dieta!, ¡Y esta vez en serio!.

Así contado os parecerá hasta gracioso y seguro que más de una se siente identificada pero creerme cuando os digo que no tenía gracia. Estaba delgada pero falta de energía, delgada pero sin tono muscular, delgada pero malnutrida, delgada pero amargada, delgada pero...

La dieta de la piña, del melón, del pomelo o del melocotón, la del pepino, la cebolla, la Dukan o la madre que lo parió. Existen tantas dietas estúpidas a las que nos sometemos que no se si es de risa o de tratamiento.

No nos engañemos, no hay secretos, ni dietas mágicas, ni pastillas milagrosas, hay que cuidar la alimentación y hacer ejercicio de forma regular y punto. No te gusta lo que te acabo de decir, ¿verdad?. Pues siento decepcionarte pero es lo que hay.

Hasta ahora sólo he hablado de mis ciclos alimenticios y no he mencionado que tipo de actividad física practicaba. ¿Levantarse a la cocina es considerado deporte olímpico?. Duda despejada. Actividad física nula.

Y ahora, al grano, como me di cuenta que necesitaba un cambio.

Finales de febrero del 2014, un domingo cualquiera después de un sábado cualquiera. Día de pijama, pizza, pelis y relax. No me levantaba ni para ir al baño porque creía que me había hecho ventosa el culo en el sofá, con eso os lo digo todo. ¡Bufff!, que coñazo de peli, voy a hacer un zapping, ¿dónde está el mando? ¡bufff!, en la otra punta, ¡bufff! me tengo que levantar, ¡bufff! no tengo ganas... Solución, me inclino hacía la derecha, estiro el brazo y lo trinco.

¡Ay, carajo!, ¿me acaba de doler la zona de la cadera/cartuchera?, creo que si y encima no he llegado al mando... Otra vez, ¡arggg!, confirmado. Y fue justo en ese momento en el que descubrí que la grasa localizada duele.

Pues sí, seguro que os esperabais otra cosa pero así es como comprendí que ya no se trataba de estética, que el estar delgada no necesariamente implica estar en forma y que estar en forma debe ser sinónimo de salud.

Y por arte de magia, cambié el chip...

Continúa...

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