Prometí dieta y tendréis dieta... ¡Palabrita!
Pero antes un rollo macabeo que estoy segura que la mayoría tendrá en los zancajos pero por si hubiera alguien en la sala que no y siéndole fiel a la finalidad con la que cree este blog (contar las cosas desde el principio sin dar nada por supuesto) es mi obligación escribirla.
Cuando empecé a interesarme por este tema, rara era la vez que no me encontraba con la palabra azúcar... ¿Cómo que azúcar? A mí se me venía a la cabeza el azúcar blanco, dulces, chocolate, berlinas del demonio... para mí eso era azúcar, EL PROHIBIDO, el que carga el diablo. Pues pronto me empecé a percatar que, la pasta es azúcar, el pan es azúcar, el arroz es azúcar, la avena (tan fitness ella) es azúcar, la fruta y la verdura también es azúcar y yo, para variar, volvía a estar perdida.
El término hidrato de carbono no es más que el nombre científico del azúcar. Cuando el azúcar pasa a la sangre recibe el nombre de glucosa. El consumo excesivo de carbohidratos eleva los niveles de insulina en sangre que es la hormona encargada de convertir ese azúcar sobrante en grasa.
Seguro que estás pensando en desterrarlos de tu vida, ¿verdad?, pues no es necesario, sólo hay que moderarlos, saber cuándo consumirlos y por supuesto diferenciarlos porque existen dos tipos: los simples o de asimilación rápida como por ejemplo la fruta... (Aquí también entran las bombas calóricas que mencionaba antes y que ya todos sabemos que hay que evitar) y los complejos o de asimilación lenta como la maravillosa avena, el arroz, la pasta,... Los hidratos de carbono también están presentes (en menor cantidad y con más fibra) en las verduras.
Y ahora vamos con el gran marginado, las grasas. ¡Pobre grupo!...Lo lógico es pensar que si no comes grasa, no creas grasa. La realidad es bien distinta, si no consumes grasa lo más probable es que no pierdas nunca la que ya tienes.
Existen dos tipos, las grasas saturadas que son las que hay que evitar (mantequillas, carnes grasientas, lácteos enteros, nata,...) y las insaturadas que son las que nos interesan (aceite de oliva, frutos secos, aguacate, pescados grasos,...). Por supuesto y a pesar de ser grasas buenas, hay que moderar su consumo por su alto contenido calórico.
Si tenemos claros estos conceptos, tenemos la mitad de la DIETA "chupada" :)
NOTA: el siguiente post es el definitivo, lo juro...
Lo que habría dado yo por un post así hace unos meses cuando comencé a interesarme por la alimentación.. Claro y conciso!
ResponderEliminarEso sí, no me voy a quitar la foto de las berlinas de la cabeza hasta el viernes que me zampe una jajaja.
Un besote!
Excelente introducción. Esperando tu experiencia al completo!! 😘😘
ResponderEliminary ahí, está, la Berlina del Demonio.. jajajaja. Deseando leer el siguiente post. !! bes
ResponderEliminarMuy claro y conciso!
ResponderEliminarIrene siiiiii tienes razon en que la avena ,es mentirosa ¡¡¡¡¡
ResponderEliminarYo tengo mis kiliillos de mas y el endocrinologo que me trata me la prohibioooooo ,me dijo vote eso ¡¡¡¡hasta cuando consume azucar usted????.Asi que ya saben ,se los advertimos ,jajajja gracias por las recetas y hasta la vista baby.