INGREDIENTES Para la base:
Para la capa rosa
Para la capa morada
Para decorar:
|
PREPARACIÓN
Base:
Triturar las galletas de ambos sabores en un procesador de alimentos a máxima potencia. Agregar el aceite de coco previamente calentado en el microondas unos segundos (hasta que se derrita). Si fuera necesario agregarle un pelín de leche de almendras para humedecer las galletas más y prensar bien en un molde desmontable.
Decoración lateral:
Simplemente cortas las fresas en laminas e ir pegando en las paredes del molde justo encima de la base de galletas tal y como se ve en la foto. Simplemente presiona ligeramente con los dedos y se quedan sujetas solitas.
Capa rosa:
Mezclar los quesos bien con una batidora. Hervir el agua y agregar el sobre de gelatina removiendo hasta que se disuelva. Por último mezclamos los quesos con la gelatina y vertemos con cuidado sobre la base de galletas. Metemos unos 30 minutos en la nevera.
Capa morada:
Hidratar 3 láminas de gelatina neutra como indica el producto. Mientras, triturar el queso fresco batido con los arándanos y agregarle stevia al gusto. Yo fui probando hasta conseguir el color morado que quería Elena :). Tengo que confesar que se me olvidó echarle la stevia y quedo divina pero si queréis dulzor extra añadirle un poquito al gusto. Calentar el agua, añadir la gelatina previamente hidratada. Triturarlo todo y verter sobre la capa rosa con cuidado. Meter unos 30 minutos en la nevera.
Decoración final:
Hidratar la gelatina. Mientras mezclar medio bote aproximadamente de mermelada de fresa sin azúcar (yo compro la del mercadona) con un puñadito de arándanos y darle unas vueltas en el microondas hasta que se mezcle. Remover. Agregarle la gelatina e integrar bien. La mermelada tiene que estar caliente para que esta se deshaga. Verter sobre la capa morada.
Meter en el frigorífico hasta que cuaje de 2 a 4 horas. Yo la dejo de un día para otro.
Triturar las galletas de ambos sabores en un procesador de alimentos a máxima potencia. Agregar el aceite de coco previamente calentado en el microondas unos segundos (hasta que se derrita). Si fuera necesario agregarle un pelín de leche de almendras para humedecer las galletas más y prensar bien en un molde desmontable.
Decoración lateral:
Simplemente cortas las fresas en laminas e ir pegando en las paredes del molde justo encima de la base de galletas tal y como se ve en la foto. Simplemente presiona ligeramente con los dedos y se quedan sujetas solitas.
Capa rosa:
Mezclar los quesos bien con una batidora. Hervir el agua y agregar el sobre de gelatina removiendo hasta que se disuelva. Por último mezclamos los quesos con la gelatina y vertemos con cuidado sobre la base de galletas. Metemos unos 30 minutos en la nevera.
Capa morada:
Hidratar 3 láminas de gelatina neutra como indica el producto. Mientras, triturar el queso fresco batido con los arándanos y agregarle stevia al gusto. Yo fui probando hasta conseguir el color morado que quería Elena :). Tengo que confesar que se me olvidó echarle la stevia y quedo divina pero si queréis dulzor extra añadirle un poquito al gusto. Calentar el agua, añadir la gelatina previamente hidratada. Triturarlo todo y verter sobre la capa rosa con cuidado. Meter unos 30 minutos en la nevera.
Decoración final:
Hidratar la gelatina. Mientras mezclar medio bote aproximadamente de mermelada de fresa sin azúcar (yo compro la del mercadona) con un puñadito de arándanos y darle unas vueltas en el microondas hasta que se mezcle. Remover. Agregarle la gelatina e integrar bien. La mermelada tiene que estar caliente para que esta se deshaga. Verter sobre la capa morada.
Meter en el frigorífico hasta que cuaje de 2 a 4 horas. Yo la dejo de un día para otro.
NOTA:
· Si hacéis mis recetas, me haría muchísima ilusión poder verlas, para ello he creado el siguiente hashtag #unpaseoxmiventanarecetas
No hay comentarios:
Publicar un comentario